¿Qué es un despido objetivo?

Desentrañar la figura del despido objetivo es esencial para comprender una de las situaciones más delicadas en la relación laboral entre empresa y trabajador. A menudo rodeado de dudas y complejidades, este tipo de despido se ajusta a razones no relacionadas con el desempeño personal del empleado.

Despido objetivo: un enfoque legal y práctico

El despido objetivo se caracteriza por ser una decisión empresarial fundamentada en causas establecidas legalmente. Es el Estatuto de los Trabajadores el que delinea los motivos por los cuales una empresa puede proceder a un despido objetivo, incluyendo aspectos económicos, técnicos, organizativos o de producción. Además, considera situaciones individuales del trabajador, como una ineptitud sobrevenida o problemas de adaptación a cambios técnicos en el puesto de trabajo.

¿Qué es un despido objetivo?
¿Qué es un despido objetivo?

Para que un despido de esta naturaleza sea considerado válido, la empresa debe cumplir con una serie de pasos legales. Entre estos se encuentran la entrega de una notificación escrita al trabajador, con un preaviso de 15 días, y el pago de una indemnización correspondiente, que es crucial para la correcta ejecución del despido.

El marco legal también prevé la posibilidad de impugnación por parte del trabajador en caso de no estar de acuerdo con la decisión de la empresa, abriendo la vía para una posible declaración de despido improcedente por parte de la autoridad laboral competente.

¿Qué tipos de despido objetivo existen?

Como hemos adelantado, el despido objetivo puede fundamentarse en diferentes causas, las cuales son precisadas por el Estatuto de los Trabajadores. La clasificación de los despidos objetivos se puede realizar de la siguiente manera:

  • Causas económicas: cuando la empresa atraviesa una mala situación financiera.
  • Causas técnicas: si hay cambios en el ámbito de los medios o instrumentos de producción.
  • Causas organizativas: ante modificaciones en los sistemas y métodos de trabajo del personal o en el modo de producción.
  • Causas productivas: cuando cambian las demandas de los productos o servicios que la empresa ofrece al mercado.
  • Ineptitud del trabajador: que no tiene por qué haber sido previa o conocida al momento de la contratación.
  • Falta de adaptación a las modificaciones técnicas en el puesto de trabajo: siempre que estas sean razonables y se haya ofrecido formación adecuada al trabajador.

Estos tipos de despido objetivo deben ser probados y justificados adecuadamente por la empresa para evitar que sean declarados improcedentes.

¿Cómo realizar un despido objetivo de forma correcta?

El proceso de realizar un despido objetivo debe ser meticuloso para asegurarse de cumplir con todos los requisitos legales. Los pasos básicos incluyen:

  1. Comunicación escrita al trabajador explicando la causa del despido.
  2. Preaviso con una antelación mínima de 15 días.
  3. Entrega de la indemnización correspondiente o su puesta a disposición, simultáneamente con la entrega de la comunicación del despido.
  4. Poner a disposición del trabajador la documentación que acredite la causa alegada para el despido.

Además, es fundamental que la empresa documente adecuadamente las causas y justifique de manera objetiva la decisión tomada para evitar futuras impugnaciones.

¿Existen consecuencias para la empresa ante un despido objetivo?

Si un despido objetivo no se ajusta a los procedimientos legales establecidos, la empresa podría enfrentar varias consecuencias jurídicas. Entre ellas:

  • La declaración de despido improcedente, con las correspondientes indemnizaciones agravadas.
  • La posibilidad de que el trabajador solicite la readmisión en su puesto de trabajo.
  • La imposición de sanciones administrativas si se evidencia la vulneración de los derechos del trabajador.

Por lo tanto, es clave que las empresas se asesoren adecuadamente y actúen con transparencia durante todo el proceso.

¿Cómo impugnar un despido objetivo?

Los trabajadores que consideren que su despido no se ha ajustado a la legalidad tienen derecho a impugnarlo ante los tribunales. Para ello, deben presentar una demanda por despido ante el Juzgado de lo Social dentro del plazo de 20 días hábiles siguientes a la fecha de efectividad del despido, si bien, previamente deberán interponer la correspondiente papeleta de conciliación ante el Servio de Medición y Arbitraje que le corresponda de su comunidad autónoma. Durante el juicio, será la empresa la que debe probar la existencia y suficiencia de las causas alegadas para el despido.

Si el despido es declarado improcedente, el trabajador podrá elegir entre la readmisión en su puesto de trabajo o recibir una indemnización aumentada.

Indemnización por despido objetivo: ¿Cómo se calcula?

La indemnización por un despido objetivo es un aspecto crucial que el empleado debe conocer. Esta se calcula en base a 20 días de salario por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. No obstante, la cuantía final dependerá de diversos factores como el tiempo de servicio y el salario que estuviera percibiendo el trabajador.

Es importante que tanto empleados como empleadores manejen correctamente la información sobre estas indemnizaciones para evitar malentendidos y posibles litigios.

Preguntas relacionadas sobre el despido objetivo

¿Qué se considera un despido objetivo?

Un despido objetivo es aquel que se basa en causas no imputables al trabajador, como pueden ser razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. También puede obedecer a la ineptitud del trabajador o a su falta de adaptación a cambios técnicos en su puesto de trabajo.

Para que sea considerado como tal, es imperativo que la empresa cumpla con los requisitos legales del proceso, incluyendo la notificación y la indemnización.

¿Cuánto te pagan por un despido objetivo?

La indemnización estándar en un despido objetivo se calcula sobre la base de 20 días de salario por año de servicio. El monto máximo de esta compensación es de 12 mensualidades del salario del trabajador.

Es primordial que la empresa realice un cálculo adecuado y entregue esta cantidad al momento de la notificación del despido para evitar la calificación de despido improcedente.

¿Qué pasa después de un despido objetivo?

Tras un despido objetivo, el trabajador dispondrá de un plazo de 20 días hábiles para impugnar la decisión si considera que no se ajusta a derecho. En caso de impugnación, un tribunal determinará la procedencia o improcedencia del despido.

Si el despido es declarado improcedente, el trabajador puede optar por la readmisión en su puesto de trabajo o por una indemnización superior a la del despido objetivo.

¿Cuál es la diferencia entre un despido objetivo y un despido improcedente?

La diferencia principal radica en la legalidad del proceso y en la justificación de las causas. Mientras que un despido objetivo se ampara en causas legalmente reconocidas y sigue un procedimiento específico, un despido improcedente es aquel que no cumple con los requisitos legales o que no está suficientemente justificado.

Un despido improcedente conllevará una indemnización mayor y la posibilidad de readmisión del trabajador, lo que supone mayores consecuencias económicas para la empresa.

En resumen, un despido objetivo es una acción empresarial que, bajo determinadas circunstancias, puede ser una herramienta legal para reajustar la plantilla. Sin embargo, requiere de un cumplimiento estricto de la normativa para garantizar los derechos del trabajador y evitar repercusiones negativas para la empresa.

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