Incapacidad permanente por hernia discal

La hernia discal es una afección vertebral común que puede causar síntomas debilitantes como dolor intenso, entumecimiento, pérdida de fuerza e incluso problemas de movilidad. En casos graves, estos síntomas pueden llegar a generar una incapacidad permanente que impida a los pacientes desempeñar su trabajo habitual.

Ante este escenario, es crucial comprender los requisitos y procesos para obtener una incapacidad permanente por hernia discal, ya que esto puede abrir la puerta a una pensión que cubra las necesidades económicas de los afectados.

En este artículo, exploraremos en profundidad la incapacidad permanente por hernia discal, analizando los diferentes grados de incapacidad, los criterios de evaluación, los trámites a seguir y las posibilidades de obtener una pensión acorde a la situación del paciente.

Además, abordaremos cuestiones clave como la compatibilidad entre la incapacidad y el desempeño de un nuevo trabajo, así como la posibilidad de solicitar una revisión del grado de incapacidad en caso de agravamiento. Con esta información, los lectores podrán navegar con mayor seguridad por el complejo panorama de las prestaciones por incapacidad permanente debida a hernias discales.

La Hernia Discal y sus implicaciones

La hernia discal es una patología degenerativa de la columna vertebral en la que parte del disco intervertebral se desplaza y presiona las raíces nerviosas, causando dolor, entumecimiento y debilidad. Esta afección puede ocurrir en diferentes regiones de la columna, siendo las más comunes las hernias lumbares (L4-L5 y L5-S1) y las cervicales (C5-C6 y C6-C7).

Incapacidad permanente por hernia discal
Incapacidad permanente por hernia discal

Los síntomas de la hernia discal varían según su ubicación, pero pueden incluir dolor de espalda, dolor irradiado a las extremidades (ciática), entumecimiento, hormigueo y debilidad muscular. En casos más graves, también puede producirse pérdida del control de los esfínteres, lo que se conoce como síndrome de la cola de caballo.

Es importante destacar que no todas las hernias discales son sintomáticas; algunas personas pueden presentar protrusiones discales asintomáticas. Sin embargo, cuando los síntomas se cronifican y generan limitaciones funcionales significativas, puede ser motivo para solicitar una incapacidad permanente.

Diferenciando Incapacidad y Discapacidad por Hernia Discal

Antes de profundizar en el proceso de obtención de una incapacidad permanente por hernia discal, es crucial entender la diferencia entre los conceptos de incapacidad y discapacidad.

La discapacidad es un término más amplio que abarca deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales que pueden disminuir la participación plena y efectiva de la persona en la sociedad. En España, se considera que una persona es discapacitada cuando su grado de discapacidad es igual o superior al 33%, lo que le otorga diversos beneficios sociales y fiscales.

Por otro lado, la incapacidad se relaciona específicamente con la capacidad laboral de la persona. Puede ser de diferentes tipos (parcial, total, absoluta o gran invalidez) y se considera que una persona está en situación de incapacidad permanente cuando, tras recibir el tratamiento médico, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves y previsiblemente definitivas que disminuyen o anulan su capacidad para desempeñar un trabajo. La principal consecuencia de tener asignada una incapacidad es el derecho a percibir una pensión.

Es importante tener en cuenta que, si bien la incapacidad y la discapacidad están relacionadas, son procesos independientes que deben tramitarse por separado. Sin embargo, existe una excepción: cuando se otorga una incapacidad permanente, se reconoce automáticamente un 33% de discapacidad, lo que proporciona ciertos beneficios fiscales y de acceso al mercado laboral protegido.

Evaluación de la discapacidad por Hernia Discal

La hernia discal está incluida en el baremo de discapacidad vigente en España, un documento que regula el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad. Dentro de este baremo, se establecen tablas específicas para la evaluación de la afectación de la columna vertebral, diferenciando entre hernias discales con y sin radiculopatía.

El cálculo del porcentaje de discapacidad o minusvalía por hernia discal no se limita únicamente a la medición de la afectación física. También se tienen en cuenta otros factores, como:

  • La capacidad para desenvolverse en las actividades básicas de la vida diaria y el esfuerzo o dolor que esto implica.
  • Las limitaciones de la persona en su entorno real y los problemas que surgen en situaciones vitales.
  • Factores personales y/o externos que pueden influir positiva o negativamente, convirtiéndose en barreras.
  • La dependencia de terceros.
  • La presencia de movilidad reducida.

Estos elementos son evaluados por los servicios sociales de las comunidades autónomas, quienes otorgan el grado de discapacidad tras analizar y sumar los distintos resultados.

Requisitos para la incapacidad permanente por Hernia Discal

Para poder obtener una pensión de incapacidad permanente por hernia discal, es necesario que esta afección cause limitaciones funcionales significativas para la actividad laboral. El tribunal médico evaluará diversos factores, entre ellos:

  • La ubicación y el alcance de la hernia, lo que determina el nivel de interferencia con las estructuras circundantes.
  • Si se han realizado tratamientos médicos o quirúrgicos y si estos han tenido éxito en aliviar los síntomas o las secuelas.
  • En caso de haberse practicado una cirugía, si persisten las limitaciones a pesar de la intervención.
  • Si está programada una intervención quirúrgica, se solicitará la opinión del especialista sobre las expectativas de mejora tras la operación.

Estos elementos serán fundamentales para determinar el grado de incapacidad que se le asignará al paciente, ya sea incapacidad permanente parcial, total o absoluta.

Grados de incapacidad permanente por Hernia Discal

Grados de incapacidad permanente por Hernia Discal
Grados de incapacidad permanente por Hernia Discal

Incapacidad Permanente Parcial

Este grado de incapacidad es poco común en casos de hernia discal, ya que cuando una persona presenta limitaciones para trabajar debido a esta afección, suele otorgársele directamente la incapacidad permanente total, que es el grado inmediatamente superior.

Incapacidad Permanente Total

La incapacidad permanente total es la que con mayor frecuencia se reconoce en casos de hernia discal. Se concede cuando el ciudadano tiene limitaciones que le impiden realizar tareas que requieran una sobrecarga o movilidad considerable en la región afectada, lo cual es especialmente relevante para profesiones que implican esfuerzo físico o posturas prolongadas.

Incapacidad Permanente Absoluta

La incapacidad permanente absoluta por hernia discal se aprueba solo en casos excepcionales, como cuando se demuestran vértigos incapacitantes que no responden a tratamientos o la aparición de tetraparesia (disminución de la fuerza en las cuatro extremidades).

Solicitud de la Incapacidad Permanente por Hernia Discal

Para solicitar una incapacidad permanente por hernia discal, el primer paso es dirigirse a la Seguridad Social. Tras realizar la gestión, el solicitante será convocado a un tribunal médico, donde se evaluará su expediente y, en algunos casos, se le pedirá que realice ciertos movimientos. Posteriormente, el dictamen-propuesta de los inspectores médicos se elevará a la Dirección Provincial del INSS, que será la encargada de tomar la decisión final.

Es importante destacar que no es imprescindible estar de baja por hernia discal para poder solicitar la incapacidad permanente con éxito.

Compatibilidad entre incapacidad permanente y nuevo empleo

Si has obtenido una incapacidad permanente por hernia discal, es posible que puedas compatibilizar esta situación con un nuevo empleo, siempre y cuando este se encuentre especialmente adaptado a tus limitaciones.

En el caso de la incapacidad permanente total, no hay problema en desarrollar un nuevo trabajo, siempre y cuando no se realicen las mismas tareas que desempeñabas en el puesto que originó tu incapacidad. Por otro lado, en los casos de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, la compatibilidad se limita a los centros especiales de empleo que cumplan con los requisitos necesarios.

Es fundamental seguir los trámites adecuados ante la Administración para poder compatibilizar la pensión por incapacidad permanente con el nuevo empleo.

Revisión del grado de incapacidad por agravamiento

Si has obtenido una incapacidad permanente por hernia discal y has experimentado un agravamiento de tus síntomas o has desarrollado nuevas patologías, puedes solicitar una revisión de tu grado de incapacidad.

Este proceso puede permitirte obtener una incapacidad permanente de mayor grado, como la absoluta o la gran invalidez, lo que se traduciría en un aumento significativo de tu pensión. Para ello, es fundamental contar con la documentación médica que acredite el agravamiento de tu situación.

Hernia Discal y accidente de trabajo o enfermedad profesional

Si consideras que tu hernia discal se ha desarrollado como consecuencia de tu trabajo, es posible que puedas calificarla como accidente de trabajo o enfermedad profesional. Esto podría otorgarte ciertos beneficios, como una pensión de incapacidad temporal más elevada, un recargo sobre las prestaciones si se demuestra incumplimiento de las normas de prevención por parte del empleador, o incluso una indemnización por daños.

Para determinar si tu hernia discal puede ser considerada accidente de trabajo o enfermedad profesional, es recomendable consultar con un abogado especializado en la materia.

Conclusión

La incapacidad permanente por hernia discal es un proceso complejo, pero de vital importancia para aquellos pacientes que presentan limitaciones funcionales significativas que les impiden desempeñar su trabajo habitual. Comprender los diferentes grados de incapacidad, los requisitos para su obtención y las posibilidades de compatibilizar la pensión con un nuevo empleo o solicitar una revisión por agravamiento, es fundamental para asegurar una adecuada cobertura económica y calidad de vida.

Si te encuentras en esta situación, no dudes en buscar asesoramiento jurídico especializado que pueda guiarte a lo largo del proceso y maximizar tus posibilidades de obtener la incapacidad permanente y la pensión correspondiente. Recuerda que tu bienestar y estabilidad económica son primordiales.

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