En un mercado laboral en constante cambio, comprender los diferentes aspectos del despido es esencial tanto para empleadores como para empleados. Especialmente en momentos en que las regulaciones laborales se actualizan, saber cuáles son los tipos de despido, las causas para su ejecución y los requisitos necesarios para llevarlos a cabo es clave. Esta guía actualizada para 2025 le proporcionará toda la información necesaria para comprender este proceso complejo y, a menudo, estresante.
Índice de Contenidos
¿Qué es el despido?
El despido es la acción mediante la cual un empleador termina unilateralmente la relación laboral con su empleado. Este acontecimiento legal puede tener múltiples causas y formas, y está regulado por el Estatuto de los Trabajadores para garantizar que se respeten los derechos de ambas partes.
Para que un despido sea considerado legítimo, debe cumplir con una serie de requisitos y procedimientos que la ley estipula. La falta de cumplimiento de estos puede resultar en la calificación del despido como improcedente, lo que podría derivar en la reincorporación del trabajador o en una indemnización.
¿Cuáles son los tipos de despido?
Existen principalmente tres categorías de despidos:
1. Despido objetivo
Este tipo de despido se produce cuando existen causas justificadas no relacionadas con la conducta del trabajador. Las causas más comunes incluyen:
- Económicas: Si la empresa atraviesa dificultades financieras demostrables, como pérdidas continuadas o disminución de ingresos.
- Técnicas: Cambios en los procesos de producción que hagan innecesario el puesto de trabajo.
- Organizativas: Reestructuraciones internas que impliquen la eliminación de ciertos puestos.
- De producción: Reducción en la demanda de bienes o servicios ofrecidos por la empresa.
La ley establece que en estos casos el trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días de salario por año trabajado, con un límite de 12 mensualidades.
2. Despido disciplinario
Este despido se basa en incumplimientos graves por parte del trabajador, como:
- Faltas reiteradas de asistencia o puntualidad sin justificación.
- Indisciplina o desobediencia.
- Ofensas verbales o físicas a compañeros, superiores o clientes.
- Abuso de confianza o deslealtad hacia la empresa.
- Disminución voluntaria y continuada del rendimiento laboral.
- Consumo de drogas o alcohol que afecte al desempeño laboral.
En este caso, no hay derecho a indemnización, pero el trabajador puede impugnar el despido si considera que las causas no son válidas o no están suficientemente justificadas.
3. Despido colectivo
Se considera despido colectivo cuando afecta a un número significativo de trabajadores en un periodo de 90 días. Los umbrales son:
- 10 empleados en empresas con menos de 100 trabajadores.
- El 10% de la plantilla en empresas con entre 100 y 300 empleados.
- 30 trabajadores en empresas con más de 300 empleados.
El despido colectivo requiere de un procedimiento especial que incluye:
- Período de consultas: Negociación entre la empresa y los representantes de los trabajadores.
- Comunicarlo a la autoridad laboral: Esta interviene para garantizar el cumplimiento de los derechos de los empleados.
En este caso, los trabajadores también tienen derecho a la indemnización de 20 días por año trabajado.
¿Cuáles son las causas más habituales para despedir a un trabajador?
Las causas de despido dependen del tipo de despido:
Causas para el despido disciplinario
- Incumplimientos graves: Como actos de indisciplina o desobediencia en el lugar de trabajo.
- Faltas injustificadas de asistencia o puntualidad.
- Ofensas graves: Tanto físicas como verbales.
- Rendimiento insuficiente: Cuando el trabajador reduce voluntariamente su productividad.
Causas para el despido objetivo
- Razones económicas: Como pérdidas sostenidas.
- Adaptación a cambios tecnológicos: Que eliminen la necesidad de ciertos perfiles.
- Causas organizativas: Cambios en la estructura interna de la empresa.
- Causas productivas: Reducción en la carga de trabajo o contratación por menos demanda.
¿Cómo se procede al despido? Requisitos y proceso
Para proceder al despido, la empresa debe cumplir con una serie de pasos legales:
- Comunicar el despido por escrito:
- La carta de despido debe incluir las causas del despido y la fecha de efectividad.
- Indemnización:
- Si aplica, la indemnización debe entregarse junto con la notificación del despido.
- Plazo de preaviso:
- En los despidos objetivos, el empleador debe dar un preaviso de 15 días o abonar los días correspondientes.
- Impugnación:
- El trabajador tiene un plazo de 20 días hábiles para impugnar el despido ante los Juzgados de lo Social si considera que no se han respetado sus derechos.
- Representación y asesoramiento:
- El trabajador puede acudir a la Inspección de Trabajo o a asociaciones laborales para buscar apoyo.
Indemnización por despido: ¿Cuándo y cómo se cobra?
La indemnización por despido es un derecho en ciertos tipos de despido y se calcula de la siguiente manera:
- Despido objetivo: 20 días de salario por año trabajado (límite: 12 mensualidades).
- Despido improcedente: 33 días de salario por año trabajado (límite: 24 mensualidades).
La indemnización debe abonarse al finalizar la relación laboral, salvo excepciones justificadas.
Despido procedente, improcedente y nulo: ¿Cuál es la diferencia?
- Despido procedente: Se ajusta a la legalidad y está justificado. No genera derecho a indemnización en el caso de despidos disciplinarios.
- Despido improcedente: Se produce cuando no se cumplen los requisitos legales o las causas no están justificadas. El trabajador puede optar entre la reincorporación o una indemnización elevada.
- Despido nulo: Se declara nulo cuando vulnera derechos fundamentales del trabajador, como en casos de discriminación o despidos durante situaciones protegidas (maternidad, reducción de jornada por cuidado de hijos, etc.). El trabajador debe ser readmitido.
Consejos finales
Para trabajadores y empleadores, es fundamental:
- Conocer los derechos y obligaciones: Tanto el Estatuto de los Trabajadores como los convenios colectivos son guías clave.
- Buscar asesoramiento legal: En situaciones complejas, contar con un abogado laboralista puede marcar la diferencia.
- Documentar el proceso: Tanto empresas como empleados deben conservar todas las comunicaciones y pruebas relacionadas con el despido.
Mantenerse informado sobre los cambios normativos, como los introducidos en esta guía para 2025, es esencial para garantizar que el proceso de despido se realice de manera justa y legal.