Impugnar un despido. ¡Guía de como proceder!

La impugnación de un despido es un proceso fundamental para proteger los derechos del trabajador. Incluye una serie de pasos que van desde la notificación del despido hasta la presentación de una demanda ante los tribunales. En este artículo, te proporcionaremos una guía completa sobre cómo impugnar un despido en España.

En nuestro anterior artículo te explicábamos cómo afrontar el momento del despido, pero, una vez producido éste, es necesario valorar las opciones legales con las que cuentas para afrontar una eventual demanda judicial.

Impugnar un despido
Impugnar un despido

Consideraciones generales sobre el despido

En primer lugar, es fundamental entender que un despido es una decisión unilateral de la empresa que pone fin a la relación laboral con el trabajador. Sin embargo, esta decisión debe estar fundamentada en causas justificadas y cumplir con los requisitos legales establecidos. En caso contrario, el trabajador tiene derecho a impugnar el despido.

Recibiendo la notificación de despido

El primer paso en el proceso de impugnación de un despido es recibir la notificación del mismo. Esta notificación debe hacerse por escrito y entregarse al trabajador en persona o mediante correo certificado. En el caso de un despido verbal o tácito, es crucial que se registren de inmediato los hechos.

Estudio de las opciones del trabajador

Tras recibir la notificación de despido, el trabajador debe analizar sus opciones y decidir si impugna el despido. Este análisis debe incluir una revisión de las causas del despido, la verificación de la legalidad del proceso de despido y la evaluación de las posibles consecuencias de la impugnación del despido.

Papeleta de conciliación laboral

El siguiente paso en la impugnación de un despido es la presentación de una papeleta de conciliación laboral. Este es un paso obligatorio antes de presentar una demanda judicial y su objetivo es proporcionar una oportunidad para que el trabajador y la empresa lleguen a un acuerdo sin tener que acudir a los tribunales.

Ten en cuenta que el plazo para la presentación de la conciliación es muy corto, 20 días, por lo que es necesario que actúes con rapidez.

Demanda ante los Juzgados de lo Social

Si no se alcanza un acuerdo en la fase de conciliación, el trabajador puede presentar una demanda ante los Juzgados de lo Social. Esta demanda debe contener una explicación detallada de los motivos por los que el trabajador considera que el despido es injustificado.

La protección frente al despido

En España, existen diversas situaciones en las que la ley ofrece una protección especial frente al despido. Estas incluyen situaciones como el embarazo, la maternidad, la paternidad, la reducción de jornada por cuidado de un hijo o familiar, entre otras. En estos casos, solo se puede despedir al trabajador si existe una causa justificada.

Tipos de despido y sus consecuencias

Existen varios tipos de despidos, cada uno con sus propias consecuencias.

El despido disciplinario, por ejemplo, no da derecho a indemnización, mientras que el despido objetivo conlleva una indemnización de 20 días por año de servicio y el despido improcedente de 33 días por año.

¿Qué sucede después de impugnar un despido?

Una vez que se ha impugnado un despido, la decisión final corresponde a los tribunales. Si el tribunal declara que el despido es nulo o improcedente, la empresa puede verse obligada a readmitir al trabajador o a pagar una indemnización.

Juicio y sentencia

Tras la presentación de la demanda, se celebrará un juicio en el que el juez decidirá si el despido es procedente, nulo o improcedente.

Despido procedente

La procedencia del despido determina que la extinción de la relación laboral es correcta, es decir, la empresa ha seguido el procedimiento correcto y las causas indicadas en la carta de despido son correcta.

Despido improcedente

El despido realizado no es correcto, ya sea por que no existen causas para ello o por que no se ha seguido el procedimiento establecido. La empresa tendrá que decidir, en el plazo de cinco días hábiles desde la notificación de la sentencia, para abonar al trabajador la indemnización que corresponde por despido improcedente o la readmisión en su puesto de trabajo con el abono de los salarios de tramitación.

Esta decisión es de la empresa, y si opta pro la readmisión, el trabajador obligatoriamente tiene que hacerlo, sino será considerado baja voluntaria.

Despido nulo

Si el despido es improcedente, es decir, el despido no ha sido justificado o no se ha seguido el procedimiento adecuado, y además el trabajador se encuentra en alguna situación especialmente protegida el despido será declarado nulo. Por ejemplo, el despido de una mujer embarazada, o de un trabajador con una reducción de jornada por cuidado de un menor o familiar.

También es un despido nulo cuando se despide a un trabajador vulnerando algún derecho fundamental o como represalia contra alguna reclamación del trabajador ante el empresario.

Una vez emitida la sentencia, tanto el trabajador como la empresa tienen la opción de recurrir la decisión ante el Tribunal Superior de Justicia de nuestra Comunidad Autónoma.

Recursos

Los recursos son una opción disponible para ambas partes si no están de acuerdo con la decisión del juez. En la jurisdicción social, el recurso de suplicación es la vía habitual para impugnar una sentencia de despido.

¿Qué pasa si pierdo el juicio?

El juez confirmará la decisión de extinción de la relación laboral por parte de la empresa, y el único coste que tendremos será los honorarios que hayamos pactado con nuestro abogado.

En la jurisdicción social, el trabajador únicamente tiene que pagar a su abogado, no hay imposición de costas para el trabajador.

Conclusión

La impugnación de un despido es un proceso que requiere un conocimiento detallado de la legislación laboral. Si te enfrentas a un despido, te recomendamos que te asesores con un abogado laboralista para proteger tus derechos y obtener el mejor resultado posible.

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